Caída del Cabello

Es normal perder de 50 a 100 cabellos todos los días como parte normal del proceso de renovación del organismo. Sin embargo, a veces la pérdida puede ser tan notable que empezamos a ver resultados que bajan nuestra autoestima.

El cabello de una mujer es su joya de la corona, su signo de identidad, y una de las características que más nos define. Por eso, cuando nuestro cabello no pasa por su mejor momento, la solución no es esconder la cabeza en la arena como un avestruz, sino afrontar el problema de raíz.

La caída del cabello es un problema que afecta a muchísimas mujeres, hay muchas razones por las cuales se cae el cabello: por herencia, después del embarazo, mala alimentación, tratamiento de algunas enfermedades o estrés. Pero el hecho de que sea un problema común no implica que deba ser ignorado.

Encontrar algunos cabellos en el cepillo tras peinarnos, en la camiseta o en la ducha después de lavarnos el pelo es algo normal, que forma parte del proceso habitual de renovación del cabello, sin embargo podemos tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar que ese proceso natural se vuelva algo alarmante.

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 Elegir productos que sean para su tipo de pelo: graso, seco, frágil, etc. Tómese su tiempo para leer la etiqueta y fíjese que los ingredientes del shampoo, acondicionador o crema para peinar suplen las necesidades de su cabello. No se guíe por vanidad, moda o porque es el que usa su amiga, elija con responsabilidad y que sea el adecuado para su cabello.

 ¡Trate su pelo con consideración! Aunque se piensan que las mujeres ponen mayor énfasis en el cuidado de su cabello, algunas parecen enfrascarse en una batalla a muerte con su pelo cuando lo frotan con fuerza exagerada al aplicarse el shampoo, enjuagarse o secarlo con la toalla. Esa fricción desmedida es una manera perfecta de pronosticar su caída, así que como halarlo o retorcerlo. Por eso a la hora de secarlo, hacerlo con suaves toquecitos con la toalla y si quiere con el secador darse una pasada de aire frió.

 No lo lave a diario cuando no es necesario. Intente disminuir el lavado del pelo por lo menos a día por medio.

 No abusar del gel u otros productos para peinar. Algunos peinados y/o cortes exigen el uso de espumas, lacas, ceras, geles u otros productos. No tiene que echarse medio frasco para cada día para verse a la moda o mantener todo en su lugar; basta con una pequeña cantidad que se distribuya uniformemente por todo el cabello.

 Consumir alimentos que tienen vitaminas benéficas para salud del pelo. Zanahoria, calabaza, melón y queso —vitamina A—, un potente antioxidante. Hígado, cereales, espinacas, sandías y uvas —vitamina B—, que ayuda en la tarea de producir melanina (esta le da color al pelo). Semillas de girasol, almendras y pimentón —vitamina E—, para estimular la circulación sanguínea. Claras de huevo, pescado y leche, fuentes de proteína (la queratina es un tipo de proteína) para que su cabello esté más fuerte y brillante. Además tomar un buena cantidad de agua a diario para limpiar de toxinas su organismo, muchas de las cuales son culpables de la caída del pelo.

 Las situaciones estresantes que puede o no sabe controlar pueden causar la pérdida del cabello. Técnicas fáciles de relajación (existen sitios en Internet muy fiables que enseñan sobre estas técnicas) le serán de mucha ayuda mientras encuentra la solución al problema que está causando estrés.