Book - La Magia de ser Sofía

Saga: Bilogía de Sofía
Autor: Elísabet Benavent
Editorial: Suma de Letras
Páginas: 527
Comprar: Aquí | Aquí
Al Tarro: $1000 [colombianos]

La Magia de ser Sofía | La Magia de ser Nosotros

Sofía tiene tres amores: su gata Holly, los libros y El café de Alejandría.

Sofía trabaja allí como camarera y es feliz.

Sofía no tiene pareja y tampoco la busca, aunque desearía encontrar la magia.

Sofía experimenta un chispazo cuando él cruza por primera vez la puerta.

Él aparece por casualidad guiado por el aroma de las partículas de café… …o tal vez por el destino.

Él se llama Héctor y está a punto de descubrir dónde reside la magia.

*Participo en la lectura conjunta de Obsesión Conjunta

 

Sofía es camarera de El Café De Alejandría, un lugar bastante peculiar y lleno de magia, el ambiente invita a disfrutar de un buen café, música agradable y sobre todo a volver. Este no era el plan original de Sofía pero la crisis económica del país la lleva a aceptar el trabajo, sin embargo encontró la felicidad en ese espacio, siente que ese es su lugar en el mundo, ha creado lazos familiares con las personas que trabaja y tiene una relación excelente con sus clientes. Después de una decepción amorosa fuerte y de besar tanto sapo ha decidido no buscar más el amor romántico, considera que este no ha sido hecho para ella pero no renuncia a la magia; su gata Holly es su más fiel compañera aunque ésta a veces prefiera pasar más tiempo con Roberto, el hurón de Julio, su compañero de piso y los libros también siempre la acompañan. Cuando Héctor aparece por primera vez en el Alejandría llama inmediatamente la atención, causa un poco de misterio hasta que se vuelve un cliente regular, no sonríe demasiado y debido a un mal día las cosas cambian radicalmente. Una planta de lavanda de disculpas, conocer sitios singulares, confesiones y tiempo juntos hace que entre ellos surja mucha química más tienen muchos obstáculos que deberán sortear. 

El café de Alejandría fue un psiquiátrico por horas y un circo con trapecistas y payasos en el que nunca sabías qué papel ibas a tener que interpretar, si el de doctor o el de loco, el de artista o el de titiritero.

A lo mejor juntos nos daríamos cuenta de que la decisión más importante que podemos tomar es siempre la que nos empuja a ser felices. 

... Aprenderemos que los años solo son años y que las cosas grandes deben venir cuando nosotros las busquemos.

Tenía muchas ganas de leer esta historia porque disfruto mucho con la pluma de la autora y es de las pocas veces que no leí alguna opinión del libro para hacerme una idea, no sé qué tanto me hubiera hecho dudar de leerlo o no basándome en las impresiones de los demás pero creo que hubiera ido un poco más prevenida. He quedado con muchos sentimientos encontrados, he tenido varios días para asimilar mejor toda la trama para escribir esta opinión, no obstante aun me siento confundida porque me ha pasado algo particular, dividida entre dos opiniones: la objetiva que tiene que ver con la forma, el fondo y el desarrollo y la subjetiva porque los comportamientos y acciones de los personajes no me gustaron para nada, van en contra de mis principios o de lo que yo creo correcto, siempre digo que es muy difícil hablar de algo que no vivimos en carne propia pero he pasado por algo casi similar y aunque mi corazón haya dicho una cosa sabía que no era correcto, así que ganó la batalla mi cabeza. Pasando a la parte objetiva digo que la autora lo ha vuelto a lograr, ha creado una trama que engancha demasiado, me encanta que utiliza un lenguaje desenfadado, coloquial y directo, la narración es amena, trata sobre personajes corales que tienen virtudes y defectos que al igual que con las situaciones te puedes sentir identificado, empecé a ver un patrón pero no es malo porque le funciona pero ya no sorprende, salvo por el primer capítulo que es narrado desde la perspectiva del hombre, cosa que no había utilizado antes.

Por el lado subjetivo, me tocó hacer muchas pausas porque me cabreaba bastante con ciertas acciones, así que tenía que respirar y retomar la lectura. Leí/oí que alguien mencionaba que esta historia le causó resaca literaria y es la manera más apropiada que encontré de definir lo que me causó esta lectura, vaya dolores de cabeza. Hay tres cosas puntuales que más me disgustaron que decirlas explícitamente es hacer spoiler pero intentaré darme a entender, la primera es que cuando uno pasa por una situación similar uno toma conciencia del dolor que causa, por esa razón uno no le hace lo mismo a otra persona sin importar si es cercana o no. Lo segundo es que hay comportamientos que aunque no se hagan con maldad tienen otra intención, así que no es sano una amistad de esa manera porque todo toma otras dimensiones y lo tercero es que una relación es de dos, que no se le puede echar toda la culpa a la otra parte de los errores o fallos [hablo de ciertos casos], eso es de caraduras. El final me dejó sin energías [una manera de decirlo] porque después de tanto para eso, la verdad aun no asimilo lo que pasó y no puedo no sé definir mis emociones, me encantaría que la otra parte tenga un final diferente al obvio pero sé que le estoy pidiendo peras al olmo. 

... Y hay algunas heridas que no dejamos sanar porque nos sentimos responsables de ellas. 

El Alejandría era un portal a un mundo donde a nadie le importaban las rarezas de los otros y eso me parecía lo más mágico del cosmos.

O pecamos de conformismo o de soñar demasiado. Nos enseñan a aspirar a más pero no a ser felices con lo que hay.

Los personajes están muy bien concebidos, con todas sus características muy bien definidas y los conocemos bastante bien. Sofía es una chica que en mi opinión maneja un doble discurso, eso lo vi más que todo con lo referente a su propia aceptación ya que dice que aceptó su figura como es y su vida como la lleva pero pasa algo y sus primeros pensamientos son que no es demasiado especial, que le falta algo más y esas reflexiones negativas. Esperaba más de ella frente a la situación que estaba viviendo pero rescato que defiende todo lo que referente al Alejandría frente a cualquiera, eso la hace inmensamente feliz, cuando sale con sus citas me parece bastante adorable y me encanta como relaciona todo con la música, eso también lo hago yo siempre. Héctor es un hombre perdido, o eso fue lo que sentí, su vida gira alrededor de las decisiones de otros y no se ha parado analizar realmente que es lo que quiere. Pero eso me ha parecido interesante porque es algo que pasa, como muchas personas construyen toda su vida en base a lo que esperan los demás o por el bienestar de otros, él es un claro ejemplo de que eso nunca nos hará felices porque estamos dándole la espalda a nuestra esencia. Aparece un variado reparto de personajes que tienen más o menos importancia, mencionaré a Oliver porque también conocemos su historia, está interesante y me hace recordar un poco a otro personaje de la autora. Quedé encantada con los pequeños guiños que hay de otras historias y la mención de canciones porque ya saben que es mi fiel compañera a la hora de leer.

En conclusión, La Magia de ser Sofía es una historia que me generó sentimientos encontrados porque por un lado me enganché desde el principio con la trama, la narración es amena y el lenguaje desenfadado me parece un buen recurso pero por otra parte entré en controversia con los compartimientos y acciones de los personajes porque va en contra de lo que yo creo correcto y el final me ha dejado sin palabras, como dice el dicho mató el tigre y se asustó con el cuero. Si leeré la continuación para ver como es el desenlace de toda esta trama, me encantaría que fuera otro diferente al obvio pero no espero imposibles.

Dejemos de obsesionarnos con la lista mental que hicimos cuando aún no teníamos ni idea de lo que era la vida en realidad.

Es duro comprobar cómo alguien que no se ha preocupado por andar en tus zapatos juzga tu camino. 

Hay batallas que tienes que perder tú solo para que la moraleja sirva de algo.

Nunca, prométetelo, pongas el bienestar de alguien por delante del tuyo en la lista de prioridades, porque el resultado es el mismo que empezar una escalera por el último escalón. 

El descontento siempre es síntoma de que no estás siendo fiel a quien eres y lo que necesitas.