Book - El Día que Dejó de Nevar en Alaska

Autor: Alice Kellen

Editorial: Titania Fresh

Páginas: 352

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Un chico con el corazón de hielo. 

Una chica que huye de sí misma. 

Dos destinos que se cruzan. 

Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás. 

Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad. 

La nieve empieza a derretirse. 

Y todo encaja. 

*Participo en la lectura conjunta de Oasis Literario*

Cuando escuché sobre esta nueva historia de Alice [aunque ya ha salido otra que ha llamado mi atención y leeré más adelante] supe que iba a darle una oportunidad porque su pluma me ha dejado sensaciones muy positivas; sumándole que me parece super atractiva la ambientación elegida para esta trama, no había leído anteriormente ninguna historia que se desarrollara en Alaska y la portada es preciosa, ese estilo tipo acuarela me encanta. Aproveché que salió elegida en el club como lectura conjunta de romántica para no dejar pasar más tiempo y de una vez embarcarme con la lectura. 

Me enganché rápidamente con la trama, desde el primer capítulo ya tenía curiosidad con respecto a la protagonista para entender sus motivos de ese viaje intempestivo y para saber que le había pasado a nuestro protagonista para que tenga una actitud irascible. En dos días [prácticamente] ya había terminado el libro, esto en gran parte gracias a que la narración es amena y el lenguaje desenfadado. 

Yo lo único que sé es que no quiero ser solo cáscara. Y si lo soy... intentaré ocultarlo. 

Algunas personas se cierran tanto en un momento determinado que luego olvidan cómo volver a abrirse a los demás; se vuelven herméticas, necesitan protegerse porque en el fondo tienen mucho miedo o sienten dolor. 

Todavía estoy procesando todo porque ando un poco confundida; por un lado tengo muchas cosas que decir a favor de esta historia principalmente con respecto al mensaje que deja, me ha gustado ver esa evolución en la protagonista y como poco a poco ella se acepta, se rodea de personas que le suman y se da cuenta de lo que es verdaderamente importante. Además el peso que arrastra y que la lleva a viajar a Alaska es algo diferente a lo que he visto en este tipo de argumentos, tiene que ver con una relación tóxica que la llevó a perderse en sus inseguridades y a no creer en ella misma; me ha gustado la manera en que la autora desarrolla esta parte. He disfrutado muchísimo de la ambientación, he llegado a sentir el frío, las descripciones son justas para imaginar cada lugar y los personajes secundarios están muy bien logrados aunque confieso que me hubiera gustado tener más partes de algunos de ellos como Naaja con toda su sabiduría. 

En un principio me descolocaron las partes que están narradas en forma de diario, no tenía muy claro a qué hacía refería no obstante tenía una teoría y le abono que hicieron más dinámica la lectura a la par de permitirnos conocer una parte del misterio que rondaba, pero en algunas ocasiones me parece que ese estilo propio de un diario se perdió. Soy una persona bastante sentimental, lloró fácilmente más con esta trama no me salió ni una lágrima y fueron pocas las escenas que me estrujaron el corazón; vi en el grupo de whatsapp que muchas mencionaron que si soltaron alguna lagrima y les emocionó demasiado algunas cosas y me preguntaba qué había pasado conmigo porque a mí no me provocó eso. Ahí está mi problema porque puedo hablar objetivamente de los puntos a favor, es una historia muy bonita pero cuando me remito las emociones y sentimientos que me trasmitió pues estas no son potentes. No sé qué fue lo que pasó en ese aspecto, no tengo ninguna explicación y eso me ha dejado desconcertada. 

Que hables más no significa que seas abierta; la ironía esconde y disfraza la verdad. 

Si algo he aprendido, es que no importa tanto ganar o perder, sino qué personas están a tu lado cuando ganas o pierdes. 

Mi completa atención y amor se lo ha llevado Caos, es para mí el personaje que más resalta, el que llegó a emocionarme debido a su lealtad y fue él el que provocó que mi corazón se estrujara debido a lo que le pasa en determinado momento. Es tan adorable y achuchable. Con Nilak tengo sentimientos encontrados, llegué a entender esa oscuridad que lo rodea y que esté rabioso con el mundo debido a lo que le ha pasado porque la vida es así, pasan cosas injustas pero en ciertos casos se pasa de la raya, me sacaba de quicio con su comportamiento, la manera brusca en que hablaba sin tener la culpa el remitente. Sin embargo si me ha gustado ver como vuelve abrirse, es todo un proceso para ir derribando barreras y podemos apreciar que es entregado, considerado y tiene un gran corazón. Heather al principio es muy negativa, siente que es una persona que resta, que todo lo destruye y su autoestima está por los suelos. Su evolución me ha gustado, se debe a muchos factores: cortar de raíz una relación que la perjudicaba, tener tiempo para analizar su comportamiento, las personas que la reciben sin juzgarla, la compañía de caos y encontrar el amor.

En conclusión, El Día que Dejó de Nevar en Alaska es una historia a la que me enganché rápidamente, tiene una narración amena, un lenguaje desenfadado, la ambientación es maravillosa y la autora logra describir muy bien cada lugar. Los personajes están muy bien construidos, Caos se robó por completo mi corazón, me ha gustado mucho ver la evolución de la protagonista y disfrutar de los pequeños detalles de la relación que se forma puesto que se da poco a poco. Mi gran problema es que no llegó a trasmitirme emociones potentes, eso me desconcierta porque normalmente soy muy sentimental pero en ningún momento lloré. 

Escucha antes de hablar, Heather. Y observa sin juzgar. Si lo haces, descubrirás esos matices que ahora son invisibles para ti. Caminas medio ciega por el mundo. Te lo estás perdiendo todo.  

La vida a veces es así, imprevisible; todo el tiempo pasan cosas que no hemos planificado y, en muchos casos, se convierten en la pimienta necesaria dentro de la monótona crema sin sal del día a día.