De Palabras a Relatos ⟫ Pesadilla

Feliz Viernes

Vengo con una nueva entrada de esta sección que inauguré en Febrero, trata de tomar las palabras random que me digan en los comentarios para crear un relato, también pueden decirme que género les gustaría en el que me enfocara. Esto con el propósito de ir soltándome a la hora de escribir y ponerme nuevos retos, además me gustaría que me dijeran sus opiniones: si les gustó, no les gustó, en que puedo mejorar y todo eso para poder ir creciendo en este rubro. Así que espero que propongan sus palabras para el próximo relato.

En la entrada anterior solo dos personas se animaron a participar:

Kara  de  Mundos Literarios

Te mueves muy bien con lo romántico trágico JAJA Puedes seguir con ello :P Uhm, ¿palabras sueltas? Haber: Espejo, cenizas, viento, diamantes, agua... (?) Palabras random XD 

Algo de amor trágico quise agregar pero es demasiado sutil, espero que valga y agregué todas las palabras. 

Pilar  de  Mi Tarde Junto a un Libro

El próximo género podría ser de miedo para cambiar totalmente de registro, jejeje.

No creo que de tanto miedo pero hice el intento jajajaja, por lo menos se trata de algo que generalmente causaría miedo. 

Sin más dilación los dejó con el relato. Espero les guste. 

¡PUM!

Otra vez ese ruido. Es la quinta noche que suena la puerta del pasillo, como si alguien con rabia hubiera tirado la puerta a sus espaldas. Ya no podía culpar al viento que se colaba a través del ventanal del final del corredizo, hace tres días la mandó a tapiar. No quería salir de su refugio de sabanas para dar de bruces con la realidad, no quería pasar nuevamente por lo mismo y no quería estar loco, se supone que esa nueva casa le daría la tranquilidad que había perdido hace meses pero se da cuenta que no puede escapar de su destino. Solo destapa una parte de su cabeza y saca su mano derecha para alcanzar el celular de su mesa de noche para ver la hora, 2:10 de la mañana.

¡PUM!

Al taparse rápido tumba el vaso de agua que siempre pone a su lado para tomarse la pastilla de la mañana. Aquel bendito medicamento que le recetó su médico luego de ese suceso que cambió para siempre su vida, el mismo médico que le recomendó que debía cambiar de ambiente y todo para nada. La pesadilla le persigue. 

¡PUM!

Tiembla bajo las sabanas, ese ruido sonó mucho más cerca. 

━ ¿Alberto?

Sabe que no debería estar hablando, se supone que esos ruidos están en su cabeza, que esta sugestionado debido a lo que pasó, nada es real. Son las palabras que se repite siempre y son las mismas que todo el mundo le ha dicho cuando cuenta sobre estos sucesos pero él no puede desconocer más la verdad, no cuando es el culpable de que el ser que más ha amado ya no este junto a él. 

━ ¿Alberto?

No escuchó ningún otro ruido, pasaron varios minutos o ¿horas?, no estaba seguro pero todo se tiño con un silencio tétrico que le puso los pelos de punta. No podía seguir viviendo con esa zozobra. Sale lentamente de la cama, con mucha duda pone sus pies en las pantuflas, con cuidado para no pisar el charco de agua en el suelo recorre los pocos pasos y enciende el interruptor, le cuesta un poco adaptarse a la luz. Vuelve a ver la hora, 3:20 de la mañana. Tiene todavía unos minutos para preparar todo lo que necesita para hacer aquel ritual, no sabe si funcionaría pero es lo único que le queda si quiere ayudar a la persona que ama. Con mucho temor sale al pasillo y entra al cuarto de al lado donde aún tiene muchas cajas sin desempacar, ubica aquella especial donde guarda lo únicos elementos que le quedan de Alberto: un mechero de plata, un gabán café, unos lentes de lectura, una tobillera con incrustaciones de diamantes y el anillo de promesa. 

Tiene todo listo. Ubicado frente al espejo puso una manta para sentarse, alrededor hay estratégicamente siete velas prendidas, en el medio se encuentra la urna con las cenizas que le servirán para dibujar el círculo del ritual y frente a esta las pertenencias de Alberto. Mira nuevamente la hora, 3:58 de la mañana, a tan solo dos minutos de empezar con su último recurso. Recuerda perfectamente las palabras que tiene que decir, es algo que ha estado rondando su mente pero antes quiso agotar las vías “normales”;  solo espera que funcione, necesita que funcione.

Llévate la paz

Llévate la tranquilidad.

Si deseas algo preséntate. 

Si deseas algo manifiéstate. 

Pero borra mis pesadillas

Y vete a soñar.

━ ¿Alberto? ¿Amor, estas aquí? Por favor amor, sé que eres tú. Solo te pido que te manifiestes frente a mí para pedirte perdón, necesito que me perdones amor y debes irte a descansar. La culpa será siempre mi compañera pero no soporto que tú no puedas irte en paz, yo te amo y tienes que creerme.

Una corriente helada atraviesa por sus piernas y apaga las velas inmediatamente, el silencio sepulcral se adueña nuevamente de la instancia. Pasan varios minutos y no sucede nada, su corazón palpita fuertemente, su respiración es irregular, le sudan las manos y no sabe más que hacer. No tenía que creer en semejante payasada, esa bruja o lo que sea solo quería estafarlo y lo ha conseguido. Cierra sus ojos, está derrotado, un par de lágrimas logran escapar, ya no tiene ninguna otra opción. Se da cuenta que sigue dentro del círculo que hace poco dibujó con la ceniza y al tratar de salir algo que no comprende no lo deja, rodea el minúsculo espacio pero no puede abandonar la figura y el miedo vuelve a revolverle el estómago. 

━ Estás atrapado conmigo y te juró que tu vida será un infierno. 

Es una voz siniestra que le hiela la sangre, ve la imagen en el espejo y no puede creerlo. 

━ Tú no eres Alberto.